La moto que hace ‘brum brum’ con altavoces: la Balistron Sport TS16.12
Descubre la moto que hace 'brum brum' con altavoces integrados. Una innovación que está dando de qué hablar

Ojo a lo que viene desde Turquía, porque la Balistron Sport TS16.12 no es una moto cualquiera... aunque muchos ya la llaman “la moto que finge serlo”. Y no, no lo decimos nosotros, lo dice medio internet que anda flipando (y no precisamente por sus prestaciones). Esta eléctrica de estética deportiva ha encendido el debate entre los más puristas del mundo del motor. ¿La razón? Una combinación de diseño agresivo, detalles tecnológicos… y sí, un escape falso y altavoces que imitan el rugido de un motor a gasolina.
Sí, has leído bien: altavoces. Porque si algo le faltaba al mundo de las motos eléctricas para levantar ampollas era esto. Un motor silencioso (como corresponde a un vehículo eléctrico) al que le han plantado un sistema de sonido para que parezca que llevas una tetracilíndrica de gasolina entre las piernas. Es como si te compras un coche eléctrico y le pegas al salpicadero una piña de ambientador con olor a aceite quemado.

Una eléctrica que se cree Ducati (o algo así)
Y no te creas que es poca cosa. La TS16.12 monta un motor de 8.000 W, batería de 96 V y 120 Ah, y te promete 230 km de autonomía con una punta de 130 km/h. Todo bien hasta ahí. Suspensiones invertidas, llantas de 17” con neumáticos deportivos, doble disco de freno delantero… y una pinta que recuerda descaradamente a lo mejorcito de MV Agusta. Pero claro, todo ese envoltorio se viene abajo cuando te das cuenta de que el escape no lleva ni un solo tubo conectado. Está ahí para decorar. Literal.
Entonces, ¿es esto una tomadura de pelo o una jugada maestra de marketing?
¿Estafa o nostalgia encubierta? El postureo sobre ruedas
Desde Balistron dicen que quieren emocionar, que saben que a la gente le cuesta engancharse a las eléctricas por esa falta de “alma” que sí tienen las motos de combustión. Y claro, entre no sonar a nada y sonar a algo, han optado por lo segundo. Aunque sea con un altavoz.
Pero ojo, esto no es nuevo. Ya lo hemos visto en coches eléctricos que reproducen sonidos del motor o incluso en algunos cascos con sonido envolvente. La diferencia es que esta vez hablamos de una moto que se quiere colar en la fiesta como si fuera una superbike... cuando en realidad es una actriz de método metida en un papel que no le toca.
¿El futuro del motociclismo o un paso atrás?
A ver, que una moto eléctrica suene a gasolina no la convierte en mejor. Ni más ecológica, ni más innovadora. Solo más... polémica. ¿Queremos que las eléctricas tengan personalidad propia o que sigan fingiendo ser lo que ya no son?
La TS16.12 es una declaración de intenciones, sí. Pero también es un espejo donde se reflejan los complejos del sector. ¿Nos resistimos al cambio o simplemente no nos gusta que nos vendan una experiencia falsa?
Sea como sea, la moto ya ha hecho ruido. Literal y figuradamente.
¿Tú qué opinas? ¿Es esta “moto de mentira” un avance, una parodia... o una burla de manual?