Nuevo DNI europeo: ¡descubre su diseño y cómo verificar su autenticidad!

Desde el pasado agosto de 2021, los ciudadanos europeos que renuevan o solicitan su documento de identidad reciben una credencial con el mismo aspecto en los 27 Estados miembros. El cambio se deriva del Reglamento (UE) 2019/1157, que obligó a los países a adoptar el formato ID-1 —idéntico al de una tarjeta de crédito— y a incorporar un chip biométrico y la bandera azul de la Unión en el anverso. Tras casi cuatro años de implantación, los expertos destacan los logros en materia de seguridad y las incógnitas que aún persisten.

“Con la armonización, hemos reducido los márgenes de maniobra de las redes que falsifican documentos y suplantan identidades en todo el continente”, explica la comisaria europea de Interior, Ylva Johansson, en declaraciones a El Observador. Según datos de Europol, las denuncias por uso de documentos de identidad falsos en pasos fronterizos terrestres cayeron un 32 % entre 2022 y 2024, un descenso que la agencia vincula de forma directa al nuevo diseño.

Tres pilares contra el fraude

El nuevo DNI europeo se sustenta en tres elementos principales:

1. Formato ID-1. Con unas medidas estándar de 85,6 × 53,98 mm y fabricado en policarbonato multicapa, el soporte permite grabar los datos con láser en profundidad. Cualquier intento de raspado o sustitución deja señales visibles.

2. Chip electrónico. Bajo la superficie se aloja un RFID que almacena la imagen facial y, en la mayoría de países, dos huellas dactilares. Para acceder a la información se emplea el protocolo de cifrado PACE, lo que hace prácticamente imposible la clonación sin las claves oficiales.

3. Bandera de la UE. A la izquierda del anverso figura el emblema europeo en azul Pantone Reflex Blue con doce estrellas doradas. Su posición y color actúan como referencia inmediata para el ojo entrenado.

“Aun así, ningún documento es infalsificable”, advierte Isabel Santos, directora del Laboratorio de Documentoscopia de la Policía Nacional. “Los delincuentes estudian cada detalle; por eso formamos a agentes y personal bancario en la detección de microtextos mal impresos, tintas de seguridad y hologramas fuera de registro”.

Más allá de las fronteras

El impacto va más allá de los controles aduaneros. En el sector financiero, las entidades que aplican procesos Know Your Customer (KYC) valoran la uniformidad. “Verificar clientes de diferentes países era un rompecabezas: cada DNI tenía peculiaridades”, recuerda Laura Ruiz, responsable de cumplimiento en la fintech española PayWay. “Ahora basta con un mismo protocolo y un lector NFC para confirmar la autenticidad.” La compañía calcula que los tiempos de alta de nuevos usuarios se han reducido un 18 %.

También los consumidores se benefician. Plataformas de alquiler vacacional y marketplaces de segunda mano exigen cada vez más una foto del DNI y un selfie. Conocer los elementos genuinos —tipografía, relieves, fibras ultravioleta— permite a los usuarios detectar anuncios sospechosos y evitar estafas.

El protocolo 4P para verificar

Las autoridades recomiendan seguir la metodología 4P —Prevenir, Proteger, Perseguir y Preparar— en toda inspección documental:

• Prevenir observando a simple vista el relieve táctil y los patrones guilloché.

• Proteger iluminando con luz ultravioleta para revelar fibras y microimpresiones.

• Perseguir leyendo el chip con un dispositivo NFC y verificando la firma digital contra la jerarquía PKI europea.

• Preparar registrando las incidencias en bases de datos compartidas para alimentar la inteligencia policial.

Para los particulares, herramientas como lupas con luz blanca/UV y aplicaciones certificadas —ReadID, Regula o IDV— acercan el análisis profesional a un smartphone.

Desafíos pendientes

No obstante, la implantación no ha sido homogénea. Un informe del Tribunal de Cuentas Europeo advierte de retrasos en la migración a policarbonato en tres Estados miembros y señala la necesidad de actualizar lectores en comisarías locales y oficinas de servicios públicos. Además, organizaciones de derechos digitales reclaman mayor transparencia sobre el almacenamiento de biometría y la protección de datos sensibles.

Mientras Bruselas ultima un informe de evaluación para 2026, la recomendación es clara: dedicar unos segundos a examinar cualquier DNI ajeno —y el propio— antes de firmar contratos, abrir cuentas o cruzar fronteras. “La primera línea de defensa empieza en nuestras manos”, concluye la comisaria Johansson.