José Ángel de la Casa, un legado imborrable en el periodismo deportivo español
José Ángel de la Casa, fallecido el 5 de mayo de 2025, será recordado como la voz del fútbol en España. Con un estilo sobrio y preciso, narró casi 300 partidos de la selección y dejó un legado imborrable de honestidad y profesionalismo en el periodismo deportivo.
José Ángel de la Casa, un legado imborrable en el periodismo deportivo español
El mundo del periodismo deportivo español ha perdido a una de sus figuras más emblemáticas. José Ángel de la Casa, quien falleció el lunes 5 de mayo de 2025 a los 74 años debido a una neumonía, será recordado como la voz que acompañó durante décadas a los aficionados al fútbol. Su estilo único y sobrio marcó una época, dejando una huella que perdurará por generaciones.
De la Casa inició su carrera en Radio Nacional en 1974 y en 1977 se unió a TVE, donde se convirtió en un referente del periodismo deportivo durante más de 30 años. A lo largo de su carrera, narró cerca de 300 partidos de la selección española, cubrió seis Mundiales y seis Juegos Olímpicos, y su voz quedó grabada en la memoria colectiva de los españoles con momentos históricos como el famoso “¡Gol de Señor!” en la clasificación de España para la Eurocopa de 1984, tras la victoria por 12-1 contra Malta.
El estilo de narración de De la Casa se distinguió por su sobriedad y precisión. A diferencia de otros comentaristas, nunca intentaba influir en la opinión del espectador ni en las decisiones del árbitro, sino que cedía el protagonismo al juego y a los futbolistas. Su capacidad para transmitir emoción sin caer en el exceso y su neutralidad fueron siempre admiradas, como destacó su compañero Míchel, quien lo definió como “un entrenador para mí” por su habilidad para abstraerse y comentar con pasión sin caer en la parcialidad.
Además de su faceta como narrador, De la Casa fue director de programas deportivos y presentó espacios como el mítico Estudio Estadio. Su trayectoria le valió premios como el Ondas y la Medalla de Oro de Castilla-La Mancha.
En sus últimos años, luchó públicamente contra el Parkinson, enfermedad que también sufrió su padre, convirtiéndose en un ejemplo de lucha y positividad. Su legado es el de un periodismo deportivo honesto, elegante y respetuoso, alejado de la superficialidad y del ruido mediático. Para millones de aficionados, su voz seguirá siendo sinónimo de fútbol, emoción y profesionalidad.
Gracias por todo, maestro.