Courtois echa pestes de sus compañeros tras la derrota y les culpa de hacer las faltas al borde del área
Thibaut Courtois ha vuelto a ser protagonista fuera del campo... y no precisamente por motivos positivos. Tras la contundente derrota del Real Madrid por 3-0 ante el Arsenal, el portero belga ha cargado, de forma velada pero evidente, contra sus propios compañeros, dejando claro una vez más que su talante dentro del vestuario dista mucho de ser ejemplar.
El partido, que dejó en evidencia a la zaga blanca, fue especialmente doloroso por la manera en la que llegaron los goles. El primero, un golazo de falta directa de Declan Rice, provocó que muchos miraran directamente a Courtois. Y él no esquivó del todo la responsabilidad:
“Asumo el error de haber colocado mal la barrera en el primer gol”.
Sin embargo, su siguiente declaración encendió todas las alarmas en Valdebebas:
“Ya el segundo es culpa de los jugadores por hacer tantas faltas al borde del área. Si sabes que juegas contra un equipo que tiene buenos lanzadores, quizás hay que no hacer esas faltas”.
Malestar creciente en el vestuario
Las palabras de Courtois no han sentado bien dentro del vestuario, según fuentes cercanas al club. No es la primera vez que el belga lanza dardos a sus compañeros tras una mala actuación colectiva. Este tipo de declaraciones, que señalan más que cohesionan, contrastan con la línea habitual de los pesos pesados del vestuario madridista, que suelen optar por el mensaje de unidad y autocrítica compartida.
¿Un líder que divide?
Si bien nadie discute su calidad bajo palos, lo cierto es que Courtois ha acumulado ya varios episodios donde su actitud genera más fricción que liderazgo. En temporadas anteriores también dejó titulares polémicos, como cuando cuestionó la actitud del equipo tras partidos importantes o deslizó críticas al cuerpo técnico.
En este caso, sus palabras tras la derrota ante el Arsenal no han pasado desapercibidas. Y aunque algunos puedan justificar sus declaraciones como una muestra de frustración competitiva, lo cierto es que el mensaje que deja es claro: la culpa es de los demás.
Un aviso innecesario… o calculado
Courtois parece querer enviar un mensaje interno, pero lo hace en público. Y ese gesto —ya habitual en él— plantea una duda inevitable: ¿hasta qué punto construye o destruye el grupo? Porque en el Real Madrid, más allá del talento, la convivencia y el compromiso colectivo han sido claves para sostener una era de éxitos.
Por ahora, el foco está en la reacción del vestuario y del cuerpo técnico. Aunque no se espera una respuesta oficial, la tensión en el ambiente es evidente, y Courtois, una vez más, está en el centro de la polémica.