Con garra y talento, la selección española se clasifica para la gran final

Con fe y corazón: España alcanza la final mundial en un duelo de infarto

2025-07-22 170944
España vence a Grecia en penales y avanza a la final del Mundial de waterpolo, con Munárriz y Aguirre como héroes clave.

En el agua caliente de Singapur, la selección española masculina de waterpolo vivió una de esas noches que quedarán grabadas en la memoria colectiva del deporte nacional. España se clasificó para la final del Campeonato del Mundo tras una victoria épica ante Grecia en un partido que lo tuvo todo: tensión, remontadas, fe... y una tanda de penaltis infartante que coronó una gesta llena de alma, cabeza y corazón.

Durante gran parte del encuentro, los españoles dominaron con autoridad. El marcador reflejaba un ilusionante 2‑6 en el segundo cuarto, pero los helenos, expertos en el sufrimiento, reaccionaron con fuerza y llevaron el duelo al límite. A falta de cinco segundos para el final, con el marcador 7‑6 en contra, apareció Alberto Munárriz, capitán y pulmón del equipo, para anotar el gol del empate que forzó los penaltis.

“Ese gol fue pura fe”, declaraba después el seleccionador David Martín, aún empapado y con la voz quebrada. “Sabíamos que algo nos debía el waterpolo”.

Unai Aguirre, el héroe inesperado

Pero si hubo un nombre propio que se alzó por encima del agua, ese fue el del portero Unai Aguirre. Con apenas 22 años, el guardameta se convirtió en el héroe nacional al detener dos penaltis decisivos, uno de ellos con la cabeza, en una demostración de reflejos, valentía y sangre fría.

“Simplemente reaccioné. Sabía que tenía que aguantar hasta el final”, dijo Aguirre, con una sonrisa tímida y una toalla sobre los hombros.

El resultado final, tras los penaltis, fue de 12‑11 a favor de España, que así se asegura no solo la medalla de plata, sino la oportunidad de pelear por el oro mundial frente al ganador del duelo entre Serbia y Hungría, dos gigantes históricos del waterpolo.

Rumbo al cuarto título

La selección española buscará ahora su cuarto campeonato mundial, tras los logrados en 1998, 2001 y 2022. Con una plantilla joven pero curtida, y un espíritu colectivo que desborda entrega, España vuelve a instalarse en lo más alto del panorama internacional.

“Este equipo es familia. Lo que se ha vivido hoy no se entrena, se siente”, resumió Munárriz, autor del gol milagroso.